El aire acondicionado es un gran aliado en los días de calor o frío, proporcionando un ambiente agradable en tu hogar o lugar de trabajo. Sin embargo, como cualquier otro equipo, requiere de un mantenimiento regular para funcionar de manera eficiente y prolongar su vida útil. En este artículo encontrarás una guía sencilla para mantener tu aire acondicionado en óptimas condiciones, asegurando su eficiencia y evitando costosas reparaciones.
Los filtros de aire del Split interior son una de las partes más importantes a revisar y limpiar regularmente ya que se encargan de atrapar el polvo y otras partículas manteniendo el aire interior limpio. Sin embargo, cuando se obstruyen, el aire acondicionado necesita trabajar más para enfriar el ambiente, lo que aumenta el consumo de energía y reduce su vida útil.
Para limpiarlos apaga el equipo de aire acondicionado y retira los filtros de la unidad interior. Lávalos con agua tibia y jabón. Cuando estén completamente secos puedes volver a instalarlos. Si los filtros están muy deteriorados es mejor reemplazarlos. Dependiendo de la frecuencia de uso del aire, se recomienda hacer esta limpieza cada 2 o 3 meses.
Las bobinas del condensador y evaporador son esenciales para el intercambio de calor. Con el tiempo pueden acumular suciedad, con lo que el aire acondicionado no puede enfriar adecuadamente.
Para limpiarlas apaga el equipo y retira la cubierta protectora. Usa un paño o cepillo suave para eliminar el polvo acumulado. Si la suciedad está muy adherida, puedes usar un limpiador especializado como Airnet o Airpur. Esta limpieza se recomienda hacerla una vez al año o cuando notes una disminución en la eficiencia del equipo.
El aire acondicionado genera humedad que debe ser eliminada a través de un sistema de drenaje como las bombas de condensados. Si los drenajes están obstruidos, la humedad puede acumularse y causar daños en el equipo o generar moho.
Verifica regularmente que el tubo de drenaje está libre de obstrucciones. Si notas agua acumulada alrededor de la unidad interior, limpia los drenajes con una mezcla de agua y vinagre para eliminar posibles bloqueos.
El ventilador se encarga de mover el aire a través del sistema, por lo que debe mantenerse limpio para asegurar un flujo de aire adecuado. Si el ventilador o los conductos están sucios, el aire no circulará correctamente.
Revisa regularmente si el ventilador tiene suciedad visible o cualquier obstrucción y retírala. Para la limpieza de los conductos puedes usar una aspiradora. Si no tienes acceso a los conductos internos y crees que pueden estar obstruidos contrata un servicio especializado.
El nivel de refrigerante es fundamental para que el aire acondicionado pueda enfriar el aire. Si el nivel es bajo, el sistema no funcionará de manera eficiente y puede sufrir graves daños. Este trabajo es importante que lo realice un técnico especializado.
Si, después de hacer tu mantenimiento regular, notas que el aire acondicionado no enfría como antes o si escuchas sonidos inusuales podría ser un indicio de que el nivel de refrigerante es bajo. Contacta con un técnico para verificar y rellenar el refrigerante si es necesario.
Es recomendable que un técnico profesional realice una revisión completa una vez al año. Puede detectar problemas que pueden pasar desapercibidos y asegurar que el equipo está en perfectas condiciones.
Con un buen mantenimiento tu equipo de aire acondicionado tendrá una mayor eficiencia energética, una mejor calidad del aire y una mayor durabilidad.
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